La
calma, la quietud, la tranquilidad, son
momentos previos decía Jacinta Espinoza Menacho, a sus 90 años, nadie la
escuchaba, nadie la entendía, nadie la miraba, en silencio fue convenciendo
a la soledad, que ella era su mejor amiga.
En este Blogger hay poesía, notas de prensa y cuento...y muchas otras cosas interesantes...
viernes, 21 de octubre de 2016
viernes, 14 de octubre de 2016
Ese dia especial...
Ese día ni te mire, una ojeada, una simple
vista, un simple comentario, ese día, mi emoción fue escondida, mi sentimiento
reprimido, mi sonrisa interna, mi alegría subterránea, ese día a tu hermano la
vida le enseño a compartir.
Un dieciséis de octubre, hace tres años,
llegaste, llegaste sin avisar, llegaste para sorprendernos, llegaste para hacer
nuestra vida par, llegaste para ser mi espejo y como no serlo, si todas mis
fotos de niño son las tuyas, todos mis
gestos son los tuyos, todos mis cantos son los tuyos, no sé si me
copiaste o he vuelto a nacer.
Llegaste para demostrarme que no hay uno, sino
dos, que uno puede querer a dos de la misma manera, que no hay mejor ni peor,
que hay iguales, que todo en la vida se comparte, que pelear no significa
odiar, sin embargo llorar significa amar.
Llegaste para demostrarme que el complejo de
Edipo es real, que me besas cuando ella no está, que me acaricias cuando ella
no está, que me abrazas cuando ella no está.
Ahora chi, como dices, con tus palabras a
medias, y tus frases cortadas, con tu sonrisa eterna y tu mirada calcada, con
tu caminar pausado y tus caricias sembradas, ahora si es tu cumpleaños, yo lo
celebro.
Eres...
Ese beso
encendido, esa mirada juiciosa, esa voz penetrante// esa eres// la del beso
imaginario, la de la mirada perdida, la de la voz ensoñada// esa eres// la de
las caricias escondidas, la de la lengua mentirosa, la del perfume indeleble//
esa eres// la que aparece en mis sueños, la que despierta de madrugada, la que
me abofetea la siquis// esa eres// la que mi subconsciente suspira, la de la
piel de gallina// esa eres// la que mis sueños delata y mi conciencia remata.
viernes, 7 de octubre de 2016
Portarretrato
Eras justo
lo que yo pensaba, eras justo lo que yo soñaba, eras una amiga, un amor, una
esposa, eras eso o algo más, eras simplemente una razón para existir, eras un
amor, eras un poema, eras una vida, ahora, si, ahora, ahora eres un portarretrato.
sábado, 1 de octubre de 2016
Vidas paralelas
Mi vida siempre
fue doble, nos enfrascábamos en una discusión para saber quién fue primero, por
lo tanto quién era el mayor. Un doctor decía la chelita, mi abuela, que el que
nace primero es el menor porque se formó de último. No sé si esa intuición o
corazonada fue lo que me hizo ver las cosas de otro modo, pero
siempre consideré que el que nace primero es el mayor, por lo tanto yo era el
menor.
Pero volvamos a
lo doble. Mi vida siempre fue par, camisas iguales, pantalones iguales, los
mismos juguetes, el mismo peinado, vestidos iguales, de la misma forma, los
mismos zapatos, cuantas veces nos confundimos poniéndonos el zapato que no era
mío, si no el de él, la confusión reinaba.
Nuestras vidas
eran paralelas, por no decir iguales, esa paridad confundía a todo el
mundo, solo nosotros nos reconocíamos, aunque muchas veces la
confusión acechaba, no sabíamos si era mi yo o mi otro yo, si era yo a mi
sombra, si ero yo o mi consciente, si ero yo o mi subconsciente, si era yo o
era él.
Esa paridad, me
hizo desarrollar el sexto sentido, podía sentir más allá de lo normal o es que
éramos anormales, la mayorías de las personas comunes son individuales, son
solitarias, vivieron nueve meses encerrados con la luz apagada y totalmente
solos, en cambio yo no, compartí el espacio, la comida, el estímulo, la
oscuridad, mi soledad era par.
En momentos
inesperados, sentía que los latidos de mi corazón se incrementaban, un leve
presentimiento me informaba que algo andaba mal, que algo le estaba sucediendo,
que él andaba en problemas, mi sexto sentido no fallaba.
Nuestra doble
vida transcurría, peleábamos, jugábamos, volvíamos a pelear, llorábamos,
volvíamos a jugar, volvíamos a pelear, ese vaivén se paralizaba con el sueño.
El caos gobernaba el ambiente, si uno lloraba el otro también, si uno quería
leche el otro también, la paridad emocional nos perseguía, ese caos hogareño
enloquecía a cualquiera.
Como la
naturaleza es perfecta, nos hizo dos, nos hizo mellizos, ese perecido fue el
culpable de que yo, el menor haya sido medio gordito, supongo que fue porque
varias veces tomaba mamadera doble, se daban cuenta del error ya que el mayor
no dejaba de llorar.
El tema de las
novias fue gracioso, nos hacíamos pasar uno por el otro y viceversa, ahora soy
yo, mañana es el, así los dos yo y el, jugábamos a besar a misma novia y probar
labios diferentes.
La pubertad
llegaba con cambios sustanciales en mi yo y mi otro yo, voz gruesa, vellos por
todos lados, olor diferente, bigotes, ensanchamiento. En esos momentos la
evolución fue dispar, la evolución nos confundió, pensó que no éramos gemelos.
Cuantas jochas
hicimos juntos, pinchamos llantas, jugábamos con autitos, tocábamos timbre y
corríamos, jugábamos con autitos, trepábamos techos, jugábamos con autitos,
tirábamos vejigas con agua, jugábamos con autitos.
Una corteja que
tuve, me pregunto en su momento. Que se siente ser gemelo, luego de analizar la
respuesta, hacer una breve reflexión, le respondí con otra pregunta, Que se
siente no tener gemelo.
Después de un
largo y complicado embarazo, la incertidumbre fue real, nos enfrascamos en una
pelea interna por salir primero, al cabo de unas cuantas patadas y puñetes, con
la ayuda de algo externo, supongo el doctor, nacimos, nuestras vidas eran
diferentes, nuestras vidas eran paralelas.
En este día
especial un homenaje a mi otro yo, mi mellizo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)