Papá…porqué lloran los ríos? Me preguntó mi hijo de
cuatros años luego de ver la obra teatral presentada en el stand de Saguapac
durante le Feria Exposición.
Según el BBC, un grupo de científicos alertó de un
alarmante incremento en la extinción de especias de animales por culpa de las
amenazas de la biodiversidad y a los ecosistemas.
"Los
cambios de ecosistemas y pérdidas de biodiversidad se han acelerado. Los ritmos
de extinción de especies son al menos 100 veces más elevados que los que
existían antes de la aparición de seres humanos y se espera que sigan en
aumento", aseguró a la agencia EFE Georgina Mace, vicepresidenta del grupo
de científicos Diversitas.
Pero papá…cómo puede ser que los río lloren? Prosiguió
con su interrogante.
En el interior del pabellón un hombre y una mujer
dialogaban sobre la ambición de la humanidad.
La ambición nos convirtió en tremendo depredadores…
que culpa tiene el río, que culpa tiene la ciudad… Los dinosaurios estuvieron
200 millones de años en el mundo y fueron incapaces de dañar la ecología
planetaria, sin embargo nosotros, sólo llevamos cinco millones de años en la
tierra. Y ya podemos liquidar la vida en el planeta.
La ambición nos convirtió en tremendo depredadores… y
lo estamos logrando, ya nos queda poco tiempo, por eso llora el Sena, el Tíber,
el Támesis, Yamuna, Bósforo, Cefiso, Moscova, Potomac, el Piraí, todos los ríos
del mundo, la vida del mundo, la naturaleza del mundo, lloran por nosotros. La
humanidad destroza el paraíso y hay ángeles desplumados en el piso.
Empecé a explicarle sobre la contaminación de los
ríos, la deforestación de los bosques, el aumento de la basura con sus bolsas
de plásticos y botellas que van a parar a los ríos y mares, y otros problemas
medio ambientales buscando responder la pregunta de ¿porque lloran los ríos?.
¿Sabe cuándo la humanidad será verdaderamente grande?
Le pregunta la mujer que estaba actuando en el escenario.
Cuando renuncie a su ambición de poseer y consumirlo
todo, cuando nos demos cuenta que somos lo que el mundo nos da y no que le
quitamos. Que cuidar el planeta es cuidarnos a nosotros mismo. Entonces recién
seremos grandes. Responde el hombre. Finaliza con un slogan, somos agua,
cuidémonos.
Los ríos lloran por que los contaminamos, le respondía
al oído a mi hijo mientras le agarraba de la mano para seguir el recorrido
ferial.