Desde que tengo uso de razón, he visto jugar fútbol,
no llegue a ser futbolista porque paraba en el aire por no decir en la luna,
esta pasión por este deporte se la debo a mi padre, ya que él, al ser muy
futbolero, se le ocurrió la idea de hacer nuestro nido nada más y nada menos
que en las luminarias del Estadio Tahuichi Aguilera.
Así que, desde mis primeras plumas he visto, un sinnúmero
de goles, millones de penales, algunos convertidos, tapados, fallados, y otros
que amenazaban con dejarnos sin casa.
He visto montoneras de equipos, millones de jugadores,
grandes, chicos, flaquitos, gorditos, he visto estrellas, nunca me voy a
olvidar cuando el Rey Pelé, estaba ahí cerquinga, tan cerca que estuve a punto
de posarme en su cabeza.
También he visto jugadores regulares y los que nunca
faltan los malos, o pa no ser tan malo, los que no rindieron como se esperaba,
me acuerdo bien de un tal Diduch, todo el estadio pedía a gritos su cambio, o
el famoso Otazú, que no se la hacía ni a su mujer.
También he analizado todos los sistemas tácticos,
desde el 3-5-2 hasta el 4-4-2, me los sé de memoria, nadie me gana en táctica y
estrategia, Soy el mejor analista del fútbol
de todas las aves que hay en el cielo, nadie me gana a la hora de
analizar el rendimiento colectivo de un equipo, a sus jugadores, a su
entrenador.
Como no ser el mejor analista y comentarista, mejor
que Gary Añez, si he visto al famoso Carlos Bianchi cuando Boca perdió en el
Tahuichi, que partidazo, Tucho Antelo, un crack, he visto a entrenadores de todo tipo, de todo
tamaño y de toda ideología, algunos gritones, otros peleones y otros llorones, en
fin de todo un poco.
Cuantos clásicos he estado ahí, cerquinga, ahisingo,
en cada gol que hacían ya sea Blooming u Oriente, volaba a festejar cerca del
que convertía, yo, disfrutaba, gozaba, gritaba, y lloraba, la emoción, era inexplicable,
aunque me digan tortillero, solo quería que haga gol cualquier equipo, para
salir escupido, volando a toda a festejar, ese momento es inolvidable,
insuperable, esa sensación de convertir un gol es incontable, inexplicable.
También tengo que reconocer que mi silbido muchas
veces confundía a los jugadores, en muchas ocasiones creían que era el pitazo
del árbitro, y se paraban, cuantos goles se convirtieron por mi culpa,
rapidingo me escondía en mi horno de barro para que no me hondeen de lo enojados
que estaban, eran algunas jochas, jochingas.
Pero además de ser el mejor analista del fútbol en el
mundo animal, soy coleccionista de frases, esos dichos que me hacen reír, que
me hacen llorar, que me hacen sufrir, esas palabras que salen de la boca de los
hinchas, algunos embravecidos por que su
equipo no juega a nada y dicen: //Cata Roque tu equipo es más feo que bailar
con su hermana// ándate por favor// o cuando algún equipo sale campeón y se
escucha decir// Veni veni baila conmigo que un amigo vas a en contra, que de la
mano de Quinteros la vuelta la vamos a dar// o cuando la ira va dirigida al
alguien externo como cuando dicen //Policía… policía que bonito se te ve cuando
vienes al estadio tu mujer se va a cog….// o un hincha enfurecido grita a
quemarropa “Correa por que no te moriste antes de nacer, burro e mierd…..”
Poco a poco iré trasmitiendo mis conocimientos y enseñándoles
todo lo que he aprendido en esta vida futbolística que según mi percepción se
ha pasado volando.
Saludos,
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