viernes, 8 de febrero de 2019

Los caballos de los presidente


Recientemente de acuerdo a fuentes fidedignas me llegó una noticia traída por los vientos del sur, los rumores citaban una fuerte discusión en las más altas esferas del poder central;  la cuestión se centraba en el nombre de un reciente caballo regalado y su forma de transporte hasta La Paz.

El animal de cabello rubio, color canela  y  patas blancas es un ejemplar de raza peruana de paso. “Le llamaremos el Dorado”: dijo uno de los más allegados, por su color y en honor a este mito; otro señor que estaba por ahí recomendó nombrarlo platón, por el precio del animal; el último dijo: lo llamaremos oloernes que suena a buen olor en un viernes.

Una vez bautizado el animal, la discusión se centraba en ¿cómo sería llevado a su lugar de destino?, tomando en cuenta que en el avión que se transportan no hay espacio para nadie. Lo llevaremos por flota dijo uno de ellos, una solita para él, que vaya en el pasillo sin pasajeros; otro recomendó que lo llevara  el anterior dueño en un camión alquilado y al ultimo se le ocurrió que sea transportado por un helicóptero oficial siempre y cuando tengan cuidado de no estrellarlo con alguna montaña durante su travesía. La decisión la tomó el gran jefe, oloernes fue enviado a un regimiento de caballería para que haga crías y puede dejar descendencia que ayuden a cabalgar en el proceso de cambio.

Oloernes, costó alrededor de 3.000 dólares, es de raza peruana pero nacionalizado boliviano, en su pasaporte se registra su ingreso al país por frontera, lo que no se sabe es cómo llegó hasta el Chaco, ni en cuanto tiempo lo hizo, lo único que se puede observar es que al caminar lo hace medio bailando, como si estuviera festejando algún logro reciente.

El caballo de Melgarejo es muy estudiado en los colegios ya que debido a ese equino cedimos parte de nuestro territorio al vecino país. Olofernes, es el famoso caballo que el embajador brasileño le regaló a Mariano Melgarejo y este, en un profundo agradecimiento puso en el suelo un mapa de Bolivia y colocó a su corcel para que pisara el mismo, hizo un redondel de la pesuña y donó todo ese territorio al vecino país lo que significó la pérdida de 300.000 kilómetros de territorio.

Entre oloernes y olofernes existen siglos de diferencia, lo único similar es que son los caballos de los presidentes y han sido preciados obsequios, esperemos que en este cuento la historia no se repita.

Vida en otro momento


En esos días calurosos donde la ropa se queda pegada al cuerpo debido a ese exceso de sudor que expulsan nuestros poros,

En esos días donde la vista se nubla debido a ese vapor que sale del choque caluroso de los rayos del sol sobre el cemento,

Esos días donde la noche llega también caliente como si se tratara de una extensión del día, solo que la oscuridad se hace presente,

Esos días, donde la naturaleza, sofoca, extorsiona, apreta, asfixia,

En esos días, recuerdo la vida en otro momento y la soledad de mis ideas me hacen llorar.

sábado, 2 de febrero de 2019

Mi cuerpo me delata


En medio de la noche, entre paginas a medio leer y frases sin terminar, ayer, la desesperación se hizo presente, llegó son avisar, llegó con calambres, con escalofríos, esa desesperación de saber lo que lo que se está escribiendo no es nada, que la imaginación y la creatividad se fueron por la borda, sólo escuché el ruido del retrete.
Ayer, entre lágrimas y risas, entre cánticos y esa película vista por décima vez y ese reloj que dan la una de la mañana, todas la noches, y ese cajón con esa pastilla dividida en cuatro o cinco o seis,

Y la tomo, y despierto a las once, pensado algo que mi mente no puede descifrar y mi cuerpo me delata.