sábado, 28 de julio de 2018

Una rara banda musical


Cuando pasaba por una de esas calles del centro de la ciudad, escuché a dos personas vestidas de verde con unas estrellas en el hombro en una distraída conversación.

¿Qué pasa mi comandante lo noto preocupado?, le dice el de la derecha.

-Nada, teniente, responde el de la izquierda.

- Cuénteme mi comandante, usted sabe que hemos salido de varias. Dice el de la derecha.

-Vengo escuchando que la banda musical anda muy desafinada, no sé ¿qué es lo que pasa?, cuando empiezan a tocar se escuchan aullidos, me da la impresión que están tocando en medio de la selva, escucho aullido de monos, gatas en celo, chillidos de ratas, hasta escucho el zzz de las víboras. Dice el de la izquierda.

La música a lo largo de la historia ha sido importante en del desarrollo de la humanidad. La banda militar es un grupo del ejército que contribuye a realizar los toques y marchas. Cada toque militar tiene un significado propio. Por ejemplo el toque de diana, es una melodía de festejo que realiza la banda musical para resaltar algo.

- Quiero que me hagas un favor, le responde el de la izquierda.

- Claro comandante, dice el de la derecha.

-Esta noche, cuando todos duerman, quiero que vayas con un grupo de élite, y revises todos los instrumentos, estoy seguro que están traficando animales en peligro de extinción estos cangrejos. Dice el de la izquierda.

-Mi comandante, dos de los camaradas de la banda están castigados, le responde el de la derecha.

- ¿Cómo es eso? Le responde el de la izquierda.

- Se acuerda esa vez que vino el jefe y los hizo arrestar por no tocar la diana cuando hacía gol. Responde el de la derecha.

-No, eso fue hace harto, no es eso. Dice el de la izquierda. Estoy seguro que hay animales escondidos ahí.

Unas dos cuadras antes de llegar a la plaza, me dí cuenta que los de verde estaban nerviosos por mi cercanía hacia ellos, frené en seco y me hice como si hablara por teléfono.

Ahora cada vez que escucho un chillido desafinado de una banda musical, pienso que el mono está acomodándose dentro del bombo.

Luego me fui directamente a la zona del avión pirata a verificar si los que ofrecían el servicio de banda musical no escondían animales entre sus instrumentos.



Lic. José Fernando Suárez Sanguino

Comunicador Social

*Coleccionista de historias reales de una sociedad de ficción.










jueves, 26 de julio de 2018

Descanso placentero


Llegó a su casa el sábado en la noche después de jugar fútbol, todos los sábados hacía lo mismo, iba a visitar a su mamá, almorzaba con ella, iba a recoger a su hijo, y se dirigía a jugar fútbol, esa rutina estaba marcada por años de años, todos los sábado desde que tengo uso de razón hacía los mismo.
 Ese sábado fue diferente, mientras estaba parado por la luz roja del semáforo, se le vino a la mente esa palabras que anudadas entre sí formaban un algo, fue como si una luz del arco iris entrara a su cerebro o como diría su psiquiatra la luces del cambio al rojo, amarillo y verde o al verde, amarillo y rojo formaron una luz que le nubló la visión y lo hizo recitar cosas en principio sin sentido.

Boquita mía,
Sensual, afrodisiaca, lunática,
Reojo sobre ojo,
mirando el cielo o la tierra o la nada
Ahí estamos, viviendo la vida,
Mí o de alguien que no sé quién es.

Eso fue repitiendo una y otra vez, a cada rato, incluso mientras jugaba fútbol iba diciendo cosas como: ojo y reojo, miro y no veo.

Ese día, ni bien el árbitro dio el pitazo final, el salió y se fue, llegando a su casa, su celular sonaba y sonaba, se había olvidado de su hijo en su fraternidad, tuvo que volver a recogerlo.

Su esposa pensó que un extraterrestre se había apoderado de su ser, su madre decía que un espíritu maligno estaba introduciéndose en su cuerpo, su padre un poco más escéptico aducía a esas viagras que tomaba una vez a la semana,  su hijo pensaba que era el golpe en la cabeza producto del choque con un rival justo antes de hacer el gol que los haría perder el campeonato.

Ojo y reojo, ojo y reojo decía, el psiquiatra recomendó hacerlo dormir un mes, y así fue, luego de estar cuatro semanas durmiendo con un suero en el brazo, él recobró el sentido y su primera pregunta fue:
¿Quién salió campeón?

Se tranquilizaron cuando se puso a escribir sus poemas diarios y el tema central fue, un descanso placentero.



Amistad


Escuché por algún lugar
donde el viento sopla sin dejar rastro
donde la brisa llega suave y despacio
donde la mirada se pierde en el horizonte
donde la vida empieza o quizás acaba.
 
Quién sabe?

Escuché por algún lugar quien sabe dónde,
allá en un lugar lejano
escuche de la amistad,
no sé si será un hombre anciano
una viuda moribunda
o un niño recién nacido
sólo sé que la amistad
es cultivada,
en algún viento lejano
donde la brisa llega suave
y la mirada se pierde en el horizonte.

viernes, 13 de julio de 2018

Retrovisor


Esos días nubosos donde el aire se hace denso
y las miradas se pierden en ese abismo
de melancolía.

No sé, si el viento o el sol o la luna
pero el ánimo no llega,
las ganas se pierden en esa rutina tediosa
llena de noticias y amores pasajeros.

Ese beso al descuido
que genera una ira descontrolada
esa luz roja del semáforo que detiene el momento
y ese idiota que no hace más que mirar por la ventana.

Y, yo ahí presenciando el mundo en una esfera
un perro casi es arrollado
una sonrisa fugaz de una señora pasajera de una moto a prisa.

No sé, si el calor sofocante
o esa brisa que no refresca
que sopla pero no hace nada.

La mirada perdida de una joven enamorada
se cruza con mis ojos que derraman algo,
o es el agua que inunda el limpiaparabrisas.

Ahora estoy ahí,
no sé si arrancar, detenerme y dejar todo como está
o simplemente caminar por donde voy yendo con la rutina clavada en el retrovisor.