El
viernes por la noche llegué a mi casa, habíamos quedado de ir al parque con mis
hijos, mientras ellos caminaban rumbo al destino final, uno se arrodilló,
agachó la cabeza y gritó poder mapache mientras ponía su mano en su pecho como
si apretara un botón, luego mientras caminaba suavemente decía los mapaches son
sigilosos, saltó unos ladrillos e hizo una seña como si estuviera trepando
algo, y dijo: los mapaches son buenos escaladores, mi otro hijo seguía los
pasos del mayor, los fui observando cómo en su imaginación usaban poderes de
animales sacados de unos dibujos que ven en las tardes.
Ahora
bien, imaginemos que cuando ellos sean jóvenes, empiecen a imitar
comportamientos parecidos a Pablo Emilio Escobar Gaviria, o a Gonzalo Rodríguez
Gacha o a algún capo de la mafia como el padrino. Eso sería sinceramente
preocupante.
El
antropólogo social Ricardo Legarda Vásquez, afirma que las narconovelas
contribuyen a la idealización y provoca una suerte de naturalización, se
convierte a esos personajes como héroes, como modelos a seguir.
La
televisión y ahora los celulares con su acceso a internet generan un gran
influencia en las personas ya que todo el día se está conectado a la red y
pueden ver novelas, series y demás. Ahora, ¿Qué influencia tiene lo que se mira
en la personalidad de los receptores?
Todo
lo que se ve a través de la televisión, a través del internet, a través de las
redes sociales en algún momento genera una cierta influencia hacia el receptor,
en algunos casos la reacción es totalmente negativa, de rechazo, pero en otros
no, y no solo me refiero a narco series, series de mafiosos, me refiero también
a contenidos de orden sexual y pornográfico; en otros casos la influencia es
positiva, es usada como modelo a seguir. De tanto ver sexo, drogas y alcohol se
normaliza el contenido y lo que es malo se lo considera regular y lo regular,
bueno.
Que
mis hijos se quieren parecer a unos mapaches, que en un momento de jugarreta
quieren imitar sus movimientos, sus características principales me tienen sin
cuidado pero que una persona adulta quiera compararse y actué como un capo de
la mafia es una verdadera preocupación. Controlemos el contenido televisivo y
digital de nuestros hijos limitando su uso en horario y en tiempo y sobre todo
desarrollemos valores morales aprendidos en el hogar que sean una barrera de
contención para cuando se quiere adoptar comportamientos equivocados. Ahora
cada vez que escucho que mis hijos cambian de poder animal me les acerco y les
pregunto las características del animal. No vaya a ser que cambien de poder.