viernes, 18 de marzo de 2016

Carta a Papá





Como está, le cuento que nosotros acá estamos bien, estamos más entretenidos en la política que en la economía, a cada rato vamos a una votación, ya se nos ha hecho costumbre, todos los domingos unas dos veces al año si no me equivoco, vamos a las urnas, que tal esa, que tal esa.
Le cuento, que una red, que no es la que se utiliza para pescar, ni esa que hacen las arañas, está haciendo estragos en estos tiempos, diga usted, que ahora nos podemos comunicar en el instante, siiii, en el instante, estoy seguro que no me está creyendo, si antes, bueno no tan antes, estoy hablando hace unos 50 años, tus cartas las esperaba como un marino espera llegar al puerto, como espera una golondrina la llegada del verano, como quien espera un verdadero amor.

Y, cuando llegaba, esas tus letras me fortalecían, me llenaban de ánimo, me esperanzaban, ni que se diga si adentro venían esos billetitos que tanta falta me hacían en el exterior, eso sí, no te puedes quejar de mis notas, siempre fui aplicado, eso lo saque a mamá, por más que hagas mala cara, como siempre la hacías, como te extrañamos, como nos haces falta.

Oye viejo, quiero comentarte que nuestra ciudad ha crecido hartísimo…si la vieras, hasta puentes tenemos, ahora las calles tienen una capa que la hace plana, es medio difícil de explicarte, pero ya no hay barro, no hay pozos, si, como te lo digo, vas más rápido, y también unos aparatitos que son la tuti, que puedes ubicar al que quieras en un segundo, siii, en un segundo, acordate como me mandabas a buscar a mi hermana, por la plaza, por donde tía, por el arenal, nunca, nunca, la encontraba, ahora no hay eso, todo se controla, la comunicación es rápida y fluida.

Los tiempos han cambiado, el ritmo de vida ha cambiado, pero hay algo que no cambia nunca y siento que nunca cambiara hasta que nos volvamos a encontrar, es ese amor que te tengo y tenemos, verdaderamente como nos haces falta.

Extrañamos eso, estar a tu lado, tu compañía, tus consejos, eso, muchas veces no hice caso, pero ahora me doy cuenta que debí hacerlo, extraño ese reclamo melancólico que hacías, ya verás cuando tengas hijos, y si, ahora me doy cuenta que tenías razón, como no le hice caso a papá les digo a tus nietos.
Hace mucho tiempo que no te veo, que no te siento, cada vez que te recuerdo, me duermo pensando que en un sueño profundo, me des las buenas noches, me acaricies como lo hacías, me beses, me hables al oído y me digas lo que todas las noches de mi vida me decías : “Ustedes son la vida de mi vida…los amo…” como no te dije lo mismo… y sobre todo agradecerte por todo lo que nos diste e hiciste por nosotros y eso que siempre queríamos más.


Ahora que es un día muy especial, es Día del Padre, te escribo esta carta, la dejare en la terraza de la casa, y estoy seguro que se convertirá en una estrella y llegará a tus manos como llegaban las cartas tuyas que siempre las esperaba, antes de despedirme, quiero decirte que estoy  luchando día a día para poder dejar el gran legado que tú nos dejaste, ese que no cambio por nada, ese que me enseñaste con tu cariño, ese que me enseñaste con disciplina, ese que guardo en mi corazón, ese que guardo en mi recuerdo, ese que me acompaña todos los días, eso, ser un excelente amigo…ser un excelente compañero…ser un excelente Padre…daría lo que fuera por susurrarte al oído y decirte gracias…te amo…tu hijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario